lunes, 6 de junio de 2011

Historia De La Virgen De La Cabeza De Cazorla





La tradición nos cuenta como en tiempo de la ocupación musulmana ya se veneraba una imagen, la cual y para que los "no creyentes" no la profanaran, fue ocultada en un lugar cercano a la ermita llamado "las calles oscuras". Imagen de la Virgen de la Cabeza Allí no sabemos con exactitud cuanto tiempo estuvo escondida, se sabe por un pastor que guardaba su rebaño en el lugar anteriormente mencionado, que producto de una tormenta un rayo cayó sobre las rocas donde estaba escondida la imagen, desplomándolas y que al mismo tiempo apareció Nuestra Madre.

Cuentan que el pastor quedó impresionado y corrió a Cazorla a explicar el evento, pero cuando subieron unos cuantos vecinos del lugar vieron con sorpresa como algunas personas de La Iruela se la llevaban. Lógicamente hubo una disputa entre ellos, en el cual los de La Iruela consiguieron llevársela e intentaron hacerle una ermita, lo que no lograron, ya que cada vez que llegaban a una altura siempre se les caía la ermita, tanto es así que la tercera vez que esto ocurrió mató al maestro de obras. Vista de la ermita de la Virgen de la Cabeza

Fue entonces cuando los cazorleños levantaron la ermita donde está ubicada en la actualidad y empezaron a venerar la imagen como patrona bajo el título de "Nuestra Señora de la Cabeza".
Desde entonces, el último sábado de abril los pastores le ofrecían y le ofrecen sus mejores borregos, tanto es así que la Hermandad disponía de su propia tiná y llegó a tener en propiedad tres mansos y unos cien o ciento cincuenta borregos, los cuales sacaban y sacan en procesión exhibiéndolos al pueblo el domingo antes del día grande.
Ofrenda de borregos a la Virgen Según los entendidos, y aunque de esto no existe nada escrito, la ermita data del siglo XIII. Lo más cercano en el tiempo que se conoce es una donación que algún devoto hizo a la Virgen en el año 1.540. Dicha donación se trató de una piedra labrada en la que ponía: "Virgen tus maravillas se realizaron en mí" y de la cual hemos recuperado media piedra, aunque sí tenemos copia de la inscripción entera.
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Reverso de la medalla de la Virgen de la Cabeza Años más tarde la ermita albergó a centenares de enfermos producto de una epidemia. Se cuenta que en la ermita hubo varios enterramientos, de hecho hoy se conserva una lápida con la siguiente inscripción: "Aquí yacen los restos mortales de M. Magdalena Lainez Navarro, hija de D. José y Dña. Dolores, falleció el 2 de junio de 1.851, a los 21 años 11 meses y 18 días de edad D.E.P.".
En la mitad del siglo XVII D. Sancho Fernández Angulo, fundador de la ciudad de Nueva Barcelona en América, fue tan fervoroso devoto de nuestra patrona, que el pueblo le inmortalizó en una letrilla que aún corre de boca en boca y dice así:

"Virgen de la Cabeza
ponte la toca
Arriba que D. Sancho de Angulo
te traerá otra."
Vestido original del niño, que quemaron en el año 1.936
Desde el comienzo del párrafo hasta el final del entrecomillado, el texto hace referencia a unas palabras copiadas de los estatutos de la Hermandad y que escribió D. Rufino Almansa Tallante, párroco de la villa de La Iruela.
Si en 1.810 se libró nuestra imagen de un incendio que provocaron los franceses, en 1.936 no corrió la misma suerte ya que la ermita fue profanada. Preparación de la Virgen para la romería Anteriormente, la imagen la había escondido una familia cristiana en el cortijo de D. Pedro Polaino, después de envolverla en un mantón de aceituna y echarle paja por encima creyeron que estaba a salvo, pero no fue así porque los cortijeros delataron a quien escondió la imagen y lo encerraron en la prisión que pusieron provisionalmente en el antiguo hotel de Chemari. Más tarde y por distintas razones no fusilaron a este hombre y lo pusieron en libertad, la imagen por su parte fue quemada justo donde en la actualidad se pone el carrillo de los helados, en la Corredera.
Después de la guerra, estando el sacristán Ceferino y a petición de uno de los antiguos cofrades, se mandó hacer una imagen nueva. La realizó D. Francisco Gomara y tuvo un coste de siete a ocho mis pesetas. Quede como anécdota lo que aconteció cuando se trajo la imagen. Se trajo de tez morena (quizás pensando en la de Andújar, que por cierto nunca nuestra imagen tuvo nada que ver con la "Reina de Sierra Morena"), fue entonces cuando se ordenó Celebración de la romería inmediatamente al autor el cambio de color de la cara de Nuestra Imagen.
Cuentan los mayores del lugar, que a petición del párroco de La Iruela, por aquel entonces D. Jesús Martínez Bautista, se celebró una fiesta en honor a la patrona de Cazorla en esta localidad, con otra imagen y que las luminarias se hicieron con aliagas.

Tres años más tarde de aquello y quizás siendo la primera petición que se realizaba a los vecinos, se recogió del pueblo 46,95 pesetas, Celebración de la romería hubo un total de ingresos de 800,70 pesetas y tuvieron de gastos 445,70 pesetas, con lo cual les quedaron 355 pesetas. Esto ocurrió el 19 de marzo de 1.941.
En la actualidad la romería de la Virgen de la Cabeza se celebra el último domingo de abril, una romería que se celebra en la ermita y cuenta con la participación de los vecinos de la zona y numerosos visitantes que acuden de otras muchas zonas de España.

Información Obtenida de www.turismoencazorla.com.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Talarines


Los talarines es una de las comidas más representativas de la Comarca Sierra de Cazorla, pilar de la dieta mediterránea, sus ingredientes marcan el máximo exponente de sabor de la Comarca.

Ingredientes (Para 4 personas):

2 patatas medianas.
Medio conejo troceado.
1 Pimiento verde.
1 Pimiento choricero.
1 Tomate.
Ajo.
Cebolla.
Hierbabuena.
¼ de harina.
Aceite Virgen Extra D.O. Sierra de Cazorla.
Sal.
Agua.
Guíscanos de la tierra.
Y demás verdura, bacalao y almejas al gusto.

Elaboración:

Se hace el sofrito con la patata, el conejo, guíscanos, pimiento, tomate, cebolla y ajo. El pimiento choricero se fríe a fuego lento y se deja que se enfríe para machacarlo en el mortero. Cuando está todo frito se añade ajo, el pimiento choricero del mortero, agua, hierbabuena seca y triturada. Mientras todo hierve en la sartén (como la ilustración), nos vamos a hacer las tortas, con agua, harina y se mezclan hasta que se haga una masa uniforme y que no se pegue con los utensilios de cocina y la mesa (para ello espolvorearemos harina en la mesa y en el rodillo), una vez sea uniforme la masa, con el rodillo la extenderemos y cuando tenga un grosor muy fino, que casi sea transparente, trocearemos en forma redondeada, según nos permita la superficie.

Una vez uniforme la masa, la torta se añade a la sartén, donde se deja hervir unos minutos y se pica, se van añadiendo todas las tortas hasta que todas estén bien picadas, y cuando todo esté bien cocido, se deja reposar unos minutos y finalmente se sirve.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Historia de San Isicio, Patrón de Cazorla





Es tradición que, allá, en los albores del cristianismo, uno de los siete Varones Apostólicos, Hesiguio o Isicio, trajo a Cazorla la luz de la fe y estableció en ella su sede episcopal, por lo que, desde tiempo inmemorial, se le venera como Patrón y, el 15 de Mayo de cada año, el pueblo se traslada en procesión hasta la "Pedriza", lugar donde el Santo fue lapidado y tiene su ermita. San Isicio

El año de 1535, una terrible epidemia de peste diezmaba la población, ocasionando gran cantidad de muertes, tanto en personas como en animales. La situación era desesperada: los cazorleños acudieron a su Patrón, San Isicio, y la plaga cesó. En memoria de semejante portento, los dos cabildos de la villa, el civil y el eclesiástico, hicieron voto perpetuo de celebrar, cada año, la fiesta del Santo como día de precepto, con liturgia "doble mayor de primera clase". Agrupación San Isicio

Desde entonces, año tras año, en cumplimiento de esta promesa, la tarde del 14 de Mayo, se trae a San Isicio desde su ermita a la Parroquia; los hortelanos de aquel pago se apresuran a adornarlo con lo mejor que tiene: olorosas rosas de mayo, madreselvas y romero, y, Arriba en la mano del Santo, que bendice, las primeras cerezas y un manojo de ubérrimas espigas. Cuando el piadoso cortejo llega al pueblo, ya está iciciada la noche, entonces, un singular espectáculo se ofrece a los ojos de los romeros:
MILLARES DE CAPARAZONES DE CARACOL, convertidos en candiles, Estandarte de San Isicio artísticamente colocados en fachadas y balcones, iluminan la cerrera de la procesión.

Es costumbre secular, que no por antigua deja de sorprender cada año.

El día 15 se celebra la fiesta en la Parroquia. El Consejo asiste bajo mazas, y la campana "gorda" del reloj toca incesantemente, hasta que la Corporación penetra en el templo. En las primeras horas de la tarde, se devuelve el Santo a su ermita. El ayuntamiento obsequia a los romeros con la típica "cuerva", y los jóvenes enamorados ofrecen a sus prometidas el tradicional "cartucho", pletórico de confites.



TEXTO: RUFINO ALMANSA TALLANTE
Presbítero e historiador